El análisis
del transitar de los planetas sobre nuestro cielo astrológico supone una
relación entre la fuente del inconsciente y la conciencia para que culminen en
el arte interpretativo ya qué es la fusión quién crea la síntesis de
observación para revelar las cosas que ocurren dentro y fuera de nosotros. En
tal sentido, confiero en lo personal que hay un enfoque más preciso y
significativo en los “Tránsitos Planetarios” que en cualquier otro sistema
empleado para éste fin, en vista qué, el estudio de los tránsitos permite más
profundidad y menos dispersión a la hora de la interpretación de las
predisposiciones y potencialidades tanto del presente como del futuro a corto y
largo alcance sea el objetivo del análisis individual o colectivo.
En el caso del
análisis de los planetas conocidos como exteriores (Urano, Neptuno y Plutón),
también denominados como los grandes “maléficos” según algunos colegas. Los
mismos señalarían los periodos más significativos de nuestras vidas porque
normalmente efectuamos cambios muy profundos tanto en nosotros mismos como en
nuestra vida cotidiana, en tanto qué, su transitar deberíamos aceptarlo como un
desafío que nos da una oportunidad para crecer, desarrollarnos y madurar.
Estudiando detenidamente sus tránsitos sobre nuestra Carta Radical podríamos
averiguar cuál podría ser la lección de vida y trabajar sobre la misma sin
necesidad de ir en su contra o sufrir por su causa por más dolorosa que sea su
presencia en algún lugar de nuestra vida representada en el Mapa Natal.
Quizás los más
difíciles de superar sean los tránsitos de Neptuno y Plutón en vista que ellos
se desplazan más lentamente pasando hasta tres veces por los mismos grados del
zodiaco debido a su aparente movimiento de retrogradación. Pero también nos
otorga para el que sabe apreciar, tres magnificas oportunidades de crecer según
y donde se consiga de paso en nuestros mapas natales. Porque el primer cruce
nos alerta a veces en forma inconsciente, en el segundo entramos en conciencia
real de suceso, mientras que con el tercer contacto deberíamos haber resuelto
tomando en cuenta que siempre serán en diferentes niveles de nuestros estados
físico, mental, espiritual y emocional o en distintos ámbito de nuestras vidas
que nos permite ganar una nueva perspectiva para evaluar situaciones.
En el mundo de hoy
prestamos más atención a los acontecimientos pero menos al proceso que los
produce, es más, algunos astrólogos entusiastas en el caso de las Astrología
Mundial escriben sobre supuestos acontecimientos siempre cuidándose de
alértanos que es “según la astrología” como para desligarse hábilmente de su
muy personal interpretación y muchas veces manipulados según sus propios
intereses pudiendo crear traumas en la sociedad y hasta psicosis colectiva. Por
otro lado, es errado concéntranos solo en la lectura de los acontecimientos sin
tomar en cuenta lo que lo va produciendo a través del atento estudio de ésta
poderosa herramienta que significa los tránsitos planetarios.
En ocasiones
tenemos la mala costumbre de culpar al planeta en tránsito por lo desgracia que
pudiera estar ocasionando en nuestra vida sin tomar en cuenta lo que estuvimos
haciendo o ignorando irresponsablemente para que el proceso del supuesto “mal
tránsito” se cumpliera, o como dice el refrán: “siembra vientos y cosecharas
tempestades”. Evidentemente también existen sucesos que no podemos controlar
pero que deberíamos estar alertados mediante un proceso psicológico de
comprensión y aceptación para minimizar sus efectos o daños colaterales. Pero
del mismo modo muchas de nuestras afecciones o dolores provienen de nuestra
resistencia o a la creencia de que no podemos manejar los cambios en nuestras
vidas muchas veces necesarios.
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